- Área: 6159 m²
- Año: 2013
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Fotografías:Fernando Alda , Manuel García de Paredes
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Proveedores: panoramah!®
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La propuesta se origina desde el lugar: una topografía muy acusada en un entorno urbano tan compacto como la trama de la ciudad de Ceuta, enclavada entre el Mediterráneo y el Atlántico, en el extremo norte de África y en una situación especular respecto del extremo sur de Europa.
La biblioteca se organiza en este fuerte desnivel y sobre un yacimiento medieval meriní del siglo XIV que queda incorporado en sus espacios interiores como un centro de interpretación arqueológica y enclavado como un documento urbano del pasado.
La traza ortogonal de esta Ceuta medieval, ordenada por dos calles de fuerte pendiente que organizan una ciudad meriní de casas y huertos, de aljibes y patios, con restos de pinturas y cerámicas, está girada respecto de la ciudad actual y el giro de ambas direcciones determina la geometría triangular de las siete pilonas que soportan la cubierta del yacimiento y del encasetonado de la losa estructural que lo cubre. De esta manera el valor urbano de la ciudad musulmana se incluye en la estructura del nuevo edificio.
La biblioteca se plantea como un edificio compacto, vaciado en el interior arqueológico, que se rodea de terrazas de lectura, procurando la transparencia y comunicación visual entre los espacios de la biblioteca y el centro arqueológico. Grupos de luminarias suspendidas con la misma geometría triangular indicando la dirección de las calles meriníes, enfatizan los restos murarios en un interior continuo y abstracto.
La compacidad del edificio permite la claridad y sencillez de uso de los espacios interiores, organizados en bandejas en torno a dos núcleos verticales que vertebran el interior. Las salas de lectura se tallan en terrazas sucesivas sobre el yacimiento subiendo en altura sobre la acusada topografía, articuladas con el terreno y con accesos diferenciados desde dos niveles, uno para la biblioteca y otro para el centro de visitantes, enlazando las empinadas calles con el interior continuo. De esta manera un edificio compacto y con desarrollo en altura no excluye la posibilidad de tener en su interior espacios singulares acordes con el uso cultural y representativo que alberga.
El volumen compacto y facetado se encaja en la topografía y mira hacia la ciudad desde una serie de huecos recortados en un doble cerramiento. Exteriormente el edificio se reviste con una ligera celosía metálica perforada compuesta de grandes escamas de aluminio como segundo cerramiento sobre un potente zócalo murario que sigue la pendiente de las empinadas calles. Los huecos estructurales abocinados se construyen con hormigón visto y embocan las vistas hacia el exterior. Entre el sencillo cerramiento interior, de grandes huecos fijos y ventilaciones practicables y la celosía se proyecta una galería técnica abierta por la que discurren las instalaciones. La transparencia entre ambas capas tamiza como un velo el exceso de soleamiento y de luz, ventila la fachada y atenúa el intenso viento del Estrecho.